El cometimiento de presuntas violaciones a los Derechos Humanos en contra de la población civil por parte de la Policía, es una de las conclusiones de la investigación que desarrolló la Comisión Especial por la Verdad y la Justicia que integró la Defensoría del Pueblo, sobre los hechos acontecidos durante el paro nacional de octubre de 2019 convocado por la CONAIE y con el apoyo de varios sectores sociales. El documento se presentó este miércoles 17 de marzo y es el producto de más de un año de trabajo donde se revisaron documentos y se recibieron testimonios.
El periodo investigado va del 3 al 16 de octubre de 2019, y la Comisión concluye que el Estado ecuatoriano, a través de sus agentes, violentó gravemente los derechos a la vida, la integridad física, psicológica y sexual, y a la libertad personal, actos que tienen un directo impacto sobre el derecho a la libre expresión, a la protesta pacífica y a la resistencia.
Consta que el Gobierno en su defensa posicionó una interpretación parcial de la realidad, poniendo énfasis en ciertos actores violentos y con una agenda desestabilizadora que desarrolló en el imaginario social la idea de que la democracia estaba bajo ataque, con posible intervención de actores de otros países.
Bajo esas premisas, consta en el documento, justificó la represión para mantener la estabilidad política del régimen y de la democracia. “Esta posición oficial buscaba deslegitimar la protesta social que tenía legítimas motivaciones coyunturales y estructurales en la mayoría de actores movilizados”.
La Comisión estableció que los agentes del Estado hicieron uso excesivo de la fuerza en reiteradas ocasiones, conductas que, en el contexto nacional entre el 3 y el 16 de octubre, causaron serios, y en algunos casos irreversibles, daños a civiles.
Como resultado de esa investigación, se evidencia que en las protestas de octubre el paro de vivió desde varios ámbitos. Aquellos que participaron de manera activa en la protesta en contra de las medidas del Gobierno, los que se solidarizaron con esas manifestaciones y otro sector de la de la sociedad que vivió momentos de tensión, que rechazaba la violencia y la interrupción de sus actividades cotidianas y que terminó, en muchos casos, discrepando y oponiéndose a la protesta.