El sector de Piedra Fina, límite entre las provincias de Napo y Sucumbíos, ha sufrido una gran erosión que complica la movilización por la zona.
El pasado 10 de diciembre la erosión, causada por muchos factores, se llevó la mesa asfáltica dejando sin acceso a la vía Quito-Lago Agrio y viceversa, lo que ha generado incomodidades a las poblaciones de El Chaco, Quijos, Lumbaqui, Casacales, El Reventador y Lago Agrio. Para salir del Oriente los moradores deben tomar la vía El Coca-Loreto-Baeza para llegar a las provincias de la Sierra y Costa del país.
La erosión registrada en el río Piedra Fina ha generado una de las mayores afectaciones en el sector, principalmente en uno de los afluentes del río Quijos, localizado en la provincia de Napo. Las afectaciones en la principal arteria vial amazónica pone en riesgo, además, la infraestructura petrolera y genera un cambio sin retorno a la naturaleza.
Los pobladores se han ingeniado para habilitar una paso que permita movilizarse, pero la travesía genera un grave riesgo para quienes se arriesgan a circular por este punto.
El sector de #PiedraFina, límite entre las provincias de #Napo y #Sucumbíos, ha sufrido una gran erosión que complica la movilización por la zona, y habitantes han buscado soluciones viales que ponen en riesgo su movilización. @constante_r , @NOTICIAS1982, @1710ariana pic.twitter.com/R7z9Zk82js
— Thelos Ec (@thelos_ec) June 2, 2022
Justo en ese sitio, en el que desapareció la mesa asfáltica, se encontraba Wilmer Corrales, quien junto a otros moradores del sector, sin medidas de seguridad, con picos, palas y dos retroexcavadoras, construyeron una variante vial de 1,5 kilómetros en la margen izquierda del río Coca, en el sector de Piedra Fina, para dar paso a los vehículos que buscan cruzar este sector entre el Chaco-Lago Agrio y Lago Agrio-Quito. Aunque la lluvia es permanente, existen horarios para dar paso a las decenas de vehículos que buscan cruzar este sector. En la mañana de 08:00 a 10:00 y en la tarde de 15:00 a 18:00.
Hasta el sector de Piedra Fina llegamos en un vehículo 4X4, donde había que cancelar un valor de 5 dólares los vehículos livianos y 10 dólares los camiones, para poder ingresar por la propiedad privada, y así iniciar la travesía de acceder a una ruta de difícil circulación que se torna peligrosa.
Los pobladores rechazan la falta de políticas públicas para reestablecer la vía principal y el olvido a las poblaciones que tienen que sortear riesgos para poder movilizarse.